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Al donar a nuestra Cruzada, nos permite continuar nuestro apostolado y alcanzar nuestros objetivos comunes en defensa de la civilización cristiana.
Cruzada comenzó una peregrinación a Nuestra Señora de Las Lajas, para suplicar por la Iglesia, por Colombia, por nuestros amigos. La placa conmemorativa de la TFP y la de Cruzada como continuadores de la gesta por la Colombia católica nos inspiró a continuar batallando para salvarla del comunismo.
Alertando a los colombianos sobre la Revolución cultural que derrumba nuestros valores y arrastra al comunismo.
Difunde el libro «Fátima, la Gran Esperanza» en el que indica la solución dada por Nuestra Señora en 1917: rezar el Rosario todos los días.
Esa es la finalidad de las campañas que realizamos en numerosas ciudades.
Fotografías tomadas por el Centro Cultural Cruzada y por algunos jóvenes caravanistas:
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