San ezequiel moreno diaz, obispo - 19/08

Centro Cultural Cruzada

Ezequiel Moreno nació el 9 de abril de 1848 en Alfaro (La Rioja, España). Siguiendo el ejemplo de su hermano Eustacchio, el 21 de septiembre de 1864, tomó el hábito y fue ordenado sacerdote en el Monasterio de la Memoria de losAgustinos en Monteagudo (Navarra) recibió el nombre de Fray Ezequiel de la Virgen del Rosario.
Convento de Nuestra Señora del Camino (Monteagudo)

Después de estudiar teología, fue enviado a la tierra de los sueños de Filipinas en 1869 con sus 17 hermanos. Llegó a Manila el 10 de febrero de  1870. Fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1871 e inmediatamente enviado a Mindoro con su hermano Eustachio. Como pastor, mostró un   celo apostólico en las colonias militares y un deseo misionero de buscar a los impíos. 

Una fiebre lo obligó a regresar a Manila. Poco después, fue nombrado párroco de Calapan y rector de las Memorias de Mindoro de Agustín.  De 1876 a 1880 fue párroco de Las Pinas y Santo Tomás en Batangas, y de 1880 a 1885 fue predicador del Monasterio de Manila, párroco de  Santa Cruz y encargado de la hacienda Imus.

En 1885 el Capítulo Provincial designó a Frey Ezequiel Pulia para el monasterio del Monasterio de Monteagudo, que se convirtió en modelo de conciencia para los futuros misioneros. Al final de su mandato como abad de este convento, se ofreció como voluntario para restablecer el  orden en Colombia. Designado para dirigir la expedición, salió de España a finales de 1888 con otros seis aspirantes religiosos, llegando a  Bogotá el 2 de enero de 1889. Su primer objetivo fue restaurar la práctica religiosa en la comunidad.

En 1893 Frey Ezequiel fue nombrado obispo emérito de Pinara y vicario de Casanare. En mayo de 1894 fue consagrado obispo. Como lo  expresa en una de sus cartas, quiso terminar sus días en la aflicción y la privación, pero Dios lo destinó a una misión más difícil y delicada. En  1895 fue nombrado obispo de Pasto. Cuando le llegó esta noticia, le vino a la mente una pregunta persistente. “¿Me he vuelto indigno de sufrir por Dios mi Señor?” En su nueva misión le esperaban condiciones aún más difíciles y difíciles. Humillaciones, burlas, calumnias,  persecuciones y abusos. También fue abandonado por su superior directo.

“La herejía no es ya un crimen para muchos católicos, ni el error contra la fe es un pecado. Proclaman la tolerancia universal y consideran como conquistas de la civilización moderna el que ya no se huya del hereje, como antes se hacía (…). Ceden del antiguo rigor en el trato con los herejes; se muestran con ellos tolerantes; los excusan muchas veces, y sólo tienen recriminaciones contra los eclesiásticos que gritan contra los errores modernos y contra los seglares que reivindican con ardor los derechos de la verdad (…) Aprecian y alaban a los espíritus moderados; a los que ponen en primer término la tranquilidad pública, aunque los pueblos vayan perdiendo la fe; a los que se conforman gustosos con los hechos consumados (…). Al decir de los mismos los que gritan ¡viva la Religión! los que dicen que van a defenderla y los que los animan son exagerados e imprudentes (…).

 

San Ezequiel

Muerte y Canonización

En 1905 contrajo una grave enfermedad llamada cáncer de nariz, que padeció hasta la última gota. Los médicos le aconsejaron que regresara a Europa para operarse, pero él se negó a dejar la manada. Por recomendación de sus seguidores y sacerdotes, regresó a España en diciembre del mismo año y fue sometido a varias operaciones. Para seguir más a Cristo, rechazó la anestesia. Sin llorar, soportó la dolorosa operación con   fuerza heroica, impresionando al cirujano y sus ayudantes.

Sus testamentos “Confieso, una vez más, que el LIBERALISMO ES PECADO, enemigo fatal de la Iglesia, y reinado de Jesucristo y ruina de los pueblos y naciones; y queriendo enseñar esto, aun después de muerto, deseo que en el salón donde expongan mi cadáver, y aun en el templo durante las exequias, se ponga, a la vista de todos, un cartel grande que diga: ‘EL LIBERALISMO ES PECADO’ (…). Creo que uno de los venenos más activos y eficaces con que cuenta el infierno, es la mezcla de la verdad y el error, de lo bueno y de lo malo. Y este veneno es el que están tomando muchos, y dándolo a tomar a otros (…). Yo he gritado contra ese mal, y aun lo he sufrido por gritar. No me arrepiento de haber gritado. Si en ese punto tengo que arrepentirme, será de no haber gritado más

Sabiendo que estaba herido de muerte, quiso pasar los últimos días de su vida en el monasterio de Monteagudo, junto a Nuestra Señora. El 19 de agosto de 1906, después de contemplar agonizante la cruz, ofreció su alma al Señor. El 1 de noviembre de 1975 estuvo con el Papa Pablo VI. Beatificado.

 

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